Logroño nace y se alimenta del río Ebro, el mismo que denomina la ciudad a partir del topónimo celta GRONIO. Desde la edad media ha sido un cruce de caminos, tales como el camino de Santiago, y de fronteras, disputada entre los antiguos reinos hispanos de la península ibérica durante la Edad Media. Actualmente, este peregrinaje continua, y Logroño con su famosa tradición gastronómica y su vinicultura no es tan solo un lugar de paso sino que además es un lugar de acogida. 

El festival concéntrico de arquitectura nos permite descubrir los rincones de Logroño empezando el recorrido desde el punto de información situado en la plaza escuelas Trevijano. Este punto de origen, de la misma forma que Logroño, se crea a partir de un cruce de distintas corrientes de forma simbólica; el río Ebro, su peregruinaje y la gastronomía.